Desde Gestoría Rincón queremos informar que nos encontramos de nuevo ante una situación preocupante. Una información es la que se traslada a través de organismos oficiales y prensa y otra por desgracia, es la cruda realidad y más cuando genera tantas expectativas. Ya ocurrió con los ERTE y ahora la historia se repite, pero en este caso el colapso administrativo que sufrió el Servicio Público de Empleo Estatal por la avalancha de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) se ha trasladado ahora al Instituto Nacional de la Seguridad Social por el alud de solicitudes del Ingreso Mínimo Vital.
Los funcionarios responsables de sacar adelante esta nueva prestación que busca paliar los efectos de la crisis sanitaria y económica sobre la población más vulnerable como no podía ser de otra manera, denuncian la falta de medios materiales y humanos para hacer frente a una sobrecarga de trabajo sin precedentes. Admiten el colapso de los expedientes y alertan de que la verdadera oleada de peticiones todavía está por llegar. Mientras tanto, cientos de miles de personas esperan la ayuda prometida que tienen graves carencias económicas, pues esta ayuda va encaminada a dar un pequeño respiro a las clases más desfavorecidas.
La situación que atraviesan los potenciales beneficiarios del IMV es, cuando menos, preocupante. Los casos de personas que se quedaron sin trabajo tras el estallido de la pandemia y ven caer las hojas del calendario sin ingresar ni un solo euro se cuentan por miles. Muchas se han visto obligadas a acudir a los bancos de alimentos para poder dar de comer a sus familias. Para dar una respuesta rápida a esta crisis, el Ejecutivo, por iniciativa del vicepresidente Pablo Iglesias y el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, aceleró la aprobación de la renta mínima, que no estaba prevista hasta 2021. Pero la Seguridad Social no empezó a tramitar solicitudes hasta junio y a día de hoy solo han cobrado 74.119 hogares perceptores de ayudas por hijos menores a cargo, en una primera nómina que se pagó de oficio el día 26 del mes pasado.
Según los datos que ha hecho públicos el propio Escrivá, la Seguridad Social ha recibido ya más de medio millón de solicitudes del Ingreso Mínimo Vital, en concreto, 510.000. El ministro advertía además de que, según sus previsiones, basadas en experiencias previas, en torno a la mitad de esas peticiones serían rechazadas por incumplir los requisitos. «A este ritmo, se avecinan unos meses muy complicados en los que vamos a tener que tramitar más de tres millones de solicitudes», advierte el responsable nacional del sindicato de funcionarios CSIF en la Seguridad Social, José Manuel Moreno, quien denuncia a La Información un «importante atraso» en la tramitación de los expedientes por la «carga abrumadora de trabajo».
Moreno recuerda que el INSS cuenta con una plantilla de 10.617 efectivos y solo tres cuartos son gestores con competencias para tramitar prestaciones. El personal tiene ahora que sumar a sus tareas habituales la gestión del IMV, que supone entre 40 y 45 minutos por solicitud, según han tasado, lo que está provocando a su vez atrasos en los trámites de otros expedientes, incluidas altas de jubilación, viudedad, orfandad, incapacidades, etc… «Se está produciendo una sobreacumulación de trabajo para el mismo número de funcionarios y esto va a derivar en problemas que van a acabar afectando a otras entidades, como la Tesorería o la Gerencia Informática», avisa Moreno. Adicionalmente, se están empezando a revisar los más de 74.000 pagos que se hicieron de oficio el mes pasado y, en caso de detectarse cobros indebidos, la Tesorería procederá a reclamar la devolución de los importes.
Fuentes del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones admiten que han recibido «muchas solicitudes» desde la puesta en marcha del IMV y garantizan que todas ellas se están tramitando a la mayor velocidad, porque los funcionarios están haciendo «un gran esfuerzo» para llevar a cabo esta tarea «lo antes posible». Argumentan que hace solo 15 días desde que se pagó la primera nómina (de oficio) y todavía no se ha cumplido ni un mes desde que se puede solicitar la prestación, por tanto, aún es pronto para aportar datos más específicos como el tiempo medio de resolución de las solicitudes. La próxima nómina se cerrará dentro de «dos o tres semanas» y entonces dispondrán de más información. Hay que recordar que el Gobierno calcula que la renta mínima llegará a un total de 850.000 hogares.