Repercusiones del cambio de residencia

Con la pandemia y las restricciones de movilidad, muchas personas han decidido empadronarse en su segunda residencia y así poder disfrutar de periodos vacacionales o fines de semana. Esta situación se ha acentuado en personas jubiladas, que no tienen obligación de residir en una ciudad determinada.

Al respecto, hemos recibido muchas consultas en Gestoría Rincón demandando información de las repercusiones y las obligaciones fiscales.

Vamos por lo tanto a intentar aclarar esta situación.

¿Qué es el empadronamiento?

Es la inscripción en el padrón municipal, que es el registro administrativo en el que figuran las personas que viven en un municipio. Es un deber y un derecho de las personas que residen en territorio español, independientemente de su nacionalidad o de si cuentan o no con un permiso de residencia.
Para empadronarse usted tienes que establecerte en un domicilio, sea de tu propiedad, alquiler o la casa de un familiar o una persona conocida.

¿Para qué sirve el empadronamiento?

La inscripción en el padrón te acredita como vecino o vecina del municipio y te sirve para acceder a distintos derechos que la ley española te otorga para:

  • Ejercer nuestro voto.
  • Calcular la población. El Instituto Nacional de estadística recurre al padrón municipal para saber el número de habitantes del país o cualquier región concreta.
  • Hacer uso de los servicios municipales. Gran parte de los servicios públicos financiados por los ayuntamientos son para uso exclusivo de los ciudadanos empadronados en dicho municipio como piscinas municipales, bibliotecas, escuelas de música, etc….
  • Trámites administrativos. Un gran número de trámites para los que se exige estar empadronado como casarse, recibir ayudas sociales, tener asignado un médico de atención primaria, matricular a nuestros hijos en determinados colegios, etc…

¿Qué obligaciones supone el empadronamiento?

Si cambias de domicilio deberás solicitar por escrito el alta en el nuevo municipio. No es necesario que te des de baja de tu antiguo domicilio, ya que el actual municipio lo notificará.

Desde el punto de vista de Hacienda puede pedirte información que demuestre donde vives habitualmente aun no estando empadronado sobre todo si te deduces de IRPF por la hipoteca de una vivienda adquirida antes de 2013.

Concepto de vivienda habitual para Hacienda.

A modo de resumen, según la Agencia Tributaria, se considera vivienda habitual:

  1. «Que constituya la residencia del contribuyente durante un plazo continuado de, al menos, tres años».
  2. «Que sea habitada de manera efectiva y con carácter permanente por el propio contribuyente, en un plazo de doce meses, contados a partir de la fecha de adquisición o terminación de las obras».
  3. «Conceptos que se consideran vivienda habitual a efectos de deducción: Los anexos o cualquier otro elemento que no constituya la vivienda propiamente dicha y las plazas de garaje adquiridas conjuntamente con ésta, con el máximo de dos».

Normalmente, el padrón es uno de los factores que Hacienda tiene en cuenta a la hora de demostrar que se trata del domicilio habitual del contribuyente.

No obstante, y aunque el empadronamiento no lo es todo para demostrar que se trata de su vivienda habitual, lo cierto es que es un factor relevante pero no es el único.

Pero, ¿qué sucede si debes demostrar la vivienda habitual sin padrón?

Si necesitas demostrar que es tu vivienda habitual sin padrón, Hacienda podría no tomar tu vivienda habitual como tal, debido a que los datos podrían no concordar.

Si tu vivienda habitual está en Málaga, pero trabajas en Barcelona, Hacienda podría declarar que no es tu vivienda habitual debido a que se encuentra muy lejos del lugar donde trabajas.

Por su parte, los documentos de tipo privado, como aquellos que están hechos por un administrador de fincas, tampoco son válidos para Hacienda, así como tampoco valdrían declaraciones de vecinos.

Lo que Hacienda podría investigar.

Misma vivienda que tu pareja e hijos. Hacienda comprobará que tu vivienda habitual coincida con la que indican tu pareja y tus hijos. Si no es así, se deberá justificar el motivo.

Cercanía al lugar de trabajo y estudios

Por otro lado, tanto el lugar de trabajo como el lugar donde estudian tus hijos son dos factores muy importantes para poder demostrar que resides en esa vivienda habitualmente.

Hacienda podría realizar investigaciones para comprobar que esa es tu vivienda habitual, y son las que presentamos a continuación:

El consumo de la vivienda

Hacienda podría comprobar los consumos de luz, agua y gas. En el caso de que no se viera actividad, o sólo se viera durante unos determinados meses del año, Hacienda podría demostrar que no resides en esa vivienda.

Línea de teléfono fija

Otra de las cosas que Hacienda investiga, según Mapfre, es que tengas una línea fija de teléfono y que la pagues mensualmente. Si no residieras en esa vivienda, sería absurdo hacer pagos cada mes.

La dirección figura en servicios oficiales

Que la dirección de la vivienda corresponda al domicilio indicado a servicios como el correo ordinario, aseguradoras, recibos, notificaciones bancarias,…