En la puesta en marcha de un negocio y en su objetivo de consolidación en Gestoría Rincón echamos en falta en la mayoría de las pymes la existencia de un plan de negocio que garantice su viabilidad. Normalmente los emprendedores están acostumbrados a trabajar por impulsos o por olfato y con esta mentalidad se monta un negocio. Sin embargo, así es muy difícil que podamos tener la garantía de supervivencia y más en los tiempos cambiantes actuales.
Por eso en Gestoría Rincón queremos ayudarte y proponemos colaborar contigo en la puesta en marcha de tu plan de negocio.
El fundamento y en lo que se sustente un plan de negocio es un modelo que pretende guiar el desarrollo del gestor hacia el objetivo de la competitividad en todas sus facetas, tanto internas como las que hacen referencia al mercado.
El tamaño de una empresa no es un factor determinante. Todas tienen las mismas necesidades en lo que respecta a su desarrollo y todas deben ser rentables. El gestor debe valorar su faceta de empresario y superar la idea con la que se inició de ser exclusivamente un vendedor.
Se debe partir de la realidad actual del negocio y analizar la empresa en todas sus facetas. Es por lo tanto fundamental el conocimiento de todas las variables que afectan. Una vez plasmadas, se debe realizar un análisis tipo DAFO, este nos aportará las fortalezas y debilidades del negocio en comparativa con empresas similares y el mercado a través de ratios. A partir de aquí deberemos configurar los planes de acción y la proyección según la cual observaremos que ocurrirá si no se realizan estos cambios y donde posiblemente estaremos una vez ejecutados.
Deben existir planes a largo, como gran objetivo de cambio, pero también planes de acción a corto plazo. Debemos ser conscientes que no podemos realizar multitud de iniciativas de cambio a la vez, tendremos que ordenarlas por orden de prioridad para poder gestionarlas.
Las fases de desarrollo de un plan de negocio son las siguientes:
– Recogida de toda la información inherente a mi negocio.
– Análisis cuantitativo y cualitativo de la gestión actual.
– Comparativa con el mercado y ratios actuales tanto contables como de gestión.
– Planes de acción para gestionar el cambio.
– Proyección predictiva para saber dónde queremos llegar.
– Medidas correctoras.
Cualquier variable puede ser modificada en el tiempo siempre y cuando suponga una mejora en la evolución.
Tan importante es el “qué”, como el “cómo” y ambos tienen que ser complementarios. Deben existir también herramientas de gestión y programas en los cuales apoyarse y constante asesoramiento tanto del equipo como del exterior.
Las garantías de que funciones si se aplica correctamente son del 100% y solo fracasará porque alguna de las variables no ha estado bien informada y gestionada. Por supuesto siempre estarás a tiempo de rectificar.
En un momento en el cual es especialmente difícil obtener créditos bancarios, contar con un buen plan de empresa puede servir también a la hora de buscar financiación.
Respecto a los distintos planes de empresa, en todos los sectores existen diferenciaciones. Es fundamental conocer las especificidades de cada negocio, su regulación, los procesos propios, la relación con el mercado y los proveedores.
¿Es necesaria la ayuda de un profesional externo, es decir, un consultor? ¿O cada uno puede diseñar su propio plan partiendo de esquemas predeterminados?
Siempre será necesaria la ayuda de un consultor, por eso en Gestoría Rincón somos especialistas en Planes de Negocio. Nuestra colaboración será básica tanto en el diseño del plan como en su seguimiento.