Cuando preparamos unas vacaciones, todo gira en torno a la ilusión y la desconexión. Pero hay un detalle que muchas veces pasamos por alto: ¿qué pasa si algo sale mal? Un accidente, una urgencia médica, la pérdida del equipaje o un vuelo cancelado pueden convertir un viaje soñado en una auténtica pesadilla. Por eso, contratar un seguro de viaje no es un gasto, sino una inversión en tranquilidad.
Un simple dolor que pudo costarle 40.000 euros
Imagina que estás disfrutando de unos días en Roma, y de repente empiezas a sentir un fuerte dolor en el pecho. Eso fue lo que le pasó a Manuel, uno de nuestros clientes. Afortunadamente, había contratado un seguro de viaje antes de salir. En cuestión de minutos, fue trasladado a un hospital, donde tuvo que ser intervenido por un infarto. El coste total: cerca de 40.000 euros. Gracias a su póliza, no tuvo que pagar nada. Y lo más importante: recibió atención médica inmediata, en su idioma y sin complicaciones.
Repatriación desde el otro lado del mundo
En otro caso, Ana se encontraba de viaje en Perú cuando sufrió una caída durante una excursión. El diagnóstico: fractura de cadera. Su seguro cubrió no solo la operación, sino también la repatriación a España con acompañamiento médico, valorada en más de 15.000 euros. Sin esa cobertura, el estrés y el coste habrían sido enormes.
¿Y si ya tengo seguro médico?
Esta es una duda muy habitual. Tener un seguro médico (incluso la Tarjeta Sanitaria Europea) no garantiza una cobertura total en el extranjero. Por ejemplo, en muchos países europeos, aunque tengas derecho a la atención médica pública, esta no es gratuita o no cubre ciertos servicios como ambulancias, medicamentos o ingresos hospitalarios prolongados.
Además, si viajas fuera de Europa, la situación se complica aún más. En países como Estados Unidos, Canadá, Japón o muchos destinos de Asia, el sistema sanitario es completamente privado, y una simple atención médica de urgencia puede superar fácilmente los 10.000 o 20.000 euros. Sin un seguro de viaje, cualquier imprevisto relacionado con la salud puede suponer un grave problema económico.
Más allá de la salud: ¿qué cubre un seguro de viaje?
Un seguro de viaje completo no solo cubre la asistencia médica. También ofrece protección frente a otros imprevistos muy comunes cuando estamos lejos de casa, como por ejemplo:
- Cancelación del viaje por enfermedad, accidente o causas de fuerza mayor.
- Pérdida o robo de equipaje, con indemnización económica.
- Demoras o cancelaciones de vuelos con compensación por gastos derivados.
- Responsabilidad civil, por si causas daños a terceros.
- Repatriación o regreso anticipado por accidente, fallecimiento o enfermedad grave de un familiar.
- Asistencia jurídica en caso de problemas legales en el extranjero.
- Cobertura por actividades deportivas o excursiones, según el destino.
¿Qué tipo de seguro necesitas?
No todos los viajes son iguales. Un fin de semana en París no es lo mismo que un mes de ruta por Asia. Por eso, lo ideal es contar con un seguro a medida, donde puedas elegir las coberturas que realmente necesitas.
Desde GESTORÍA RINCÓN, podemos ayudarte a contratar el seguro de viaje más adecuado a través de nuestra correduría de seguros. Te asesoramos sin compromiso para que elijas la opción que te ofrezca la mejor protección con total confianza y sin sorpresas.
En resumen: viaja seguro, viaja tranquilo
Un buen seguro de viaje no solo te ahorra dinero en caso de imprevistos. También te da tranquilidad, sabiendo que hay un equipo disponible las 24 horas para ayudarte cuando más lo necesitas. Sea cual sea tu destino, no te la juegues: protege tu salud, tu equipaje y tu tranquilidad.
¿Tienes dudas sobre qué seguro te conviene más? Contacta con nosotros y te ayudamos a encontrar la mejor opción antes de tu próximo viaje.
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